Un departamento ubicado en la zona de Polanco, Ciudad de México, donde el reto más grande fue integrar elementos como iluminación, arte, mobiliario y piezas sobre diseño para transmitirle al usuario final una nueva forma de vida.
Interiorismo: Covadonga Hernández / MarqCó.
Arquitectura: GA Arquitectura, Arq. Gonzalo Anaya.
Año: 2021.
Fotografía: Jaime Navarro.
Se creó un diseño de líneas simples, moderno y sofisticado, utilizando obras de arte del cliente, especialmente, para cada uno de los espacios.
Al entrar al departamento te encuentras con una celosía escultórica de metal, que permite observar lo que hay dentro de la sala y comedor; esto genera una incógnita que invita al deseo de acceder y descubrir el interior. En cada uno de los espacios se combinan las expectativas del usuario, así como el uso de la creatividad para cada detalle. El equilibrio de espacios abiertos y cerrados transmite la sensación de estar lejos de la ciudad, en un refugio donde se respira tranquilidad. Se creó un diseño de líneas simples, moderno y sofisticado, utilizando obras de arte propias del cliente, especialmente, para cada uno de los espacios.
Las áreas sociales como la sala, el comedor, el bar y el primer family room de la planta baja, son los espacios que cuentan con una participación importante en el proyecto, debido a que al ser un conjunto de áreas abiertas con un diseño vibrante y acogedor, invitan a permanecer ahí y disfrutar de un momento agradable.
El equilibrio de espacios abiertos y cerrados transmite la sensación de estar lejos de la ciudad, en un refugio donde se respira tranquilidad.
La escalera que lleva al segundo piso va más allá de la función, la fusión de metal con madera y el detalle de iluminación le dan carácter y personalidad propia. En el baño se repitió el elemento de madera rayada que tiene la escalera; allí se utilizó un papel tapiz único que se refleja en el espejo, lo que hace que se pueda ver desde cualquier ángulo. También se colocó un espejo redondo que rompe con las líneas de la madera y lámparas descolgadas para dar calidez al espacio.
El balance de una arquitectura moderna y atrevida con piezas cuidadosamente seleccionadas y atemporales, logra una armonía entre lo estético y lo funcional. Cada ambiente, a través de la selección de los materiales, la iluminación, las texturas y los colores, refleja un carácter y personalidad distintiva que permite conectar con los espacios; un estilo que con la calidad de trabajo pretendió cumplir con cada una de las necesidades y expectativas del usuario.
Este proyecto está pensado para que todos los espacios vayan más allá de lo estético, que cada rincón del departamento tenga un propósito de uso para el día a día.