Cuando se comenzó a trabajar en esta pequeña casa, a raíz de una profunda investigación histórica, se concluyó que hay pocos lugares en México con una identidad constructiva tan contundente como Guanajuato.

Esta se ve claramente reflejada en su arquitectura, utensilios de cocina, acueductos, leyendas, incluso en sus héroes como El Pípila, el cual carga una enorme roca sobre sus espaldas para que las balas de los realistas no le hicieran daño.

La piedra en esta zona del país es un elemento muy arraigado en cualquier forma de expresión cultural.

Por esta razón, la elección de la materialidad de esta pieza se dio con mucha facilidad y naturalidad. Además, había un banco de material cercano, mano de obra capaz y se propiciaba un diálogo de respeto entre el artificio y su entorno. Todo el conjunto se organiza a partir de una planta cruciforme; así, el espacio se divide en cuatro cuadrantes por una cruz de andadores de piedra que define los recorridos, enmarca momentos y separa un cuadrante de otro.

La piedra en esta zona del país es un elemento muy arraigado en cualquier forma de expresión cultural.

La dispersión de estos espacios obliga a un permanente peregrinaje entre los espacios y te hace entrar en contacto con la tierra, el aire y la montaña como si de un antiguo monasterio se tratara.

En el tercer cuadrante se ubica la casa de una sola habitación; los espacios públicos están separados de los privados por un único volumen que contiene baños, vestidor y área de servicio, y que rompe con la planta libre.
En el cuarto cuadrante se encuentra la oficina; este es el único elemento vertical visiblemente destacado que contrasta con la horizontalidad del paisaje y del resto de elementos, procurando con este gesto hacer un guiño a los icónicos volúmenes de la mina se Santa Brígida de Mineral de Pozos. 

 

La dispersión de estos espacios obliga a un permanente peregrinaje para desplazarte entre ellos y te hace entrar en contacto con la tierra, el aire y la montaña como si de un antiguo monasterio se tratara, enmarcando el paisaje pero, al mismo tiempo, formando parte natural de él.

Diseño: HW Studio
Ubicación: San Miguel de Allende, Guanajuato.
Año: 2022.
Área construida: 195.80 m2.
Arquitecto a cargo: Rogelio Vallejo Bores.
Arquitecto: Óscar Didier Ascencio Castro.
Equipo de arquitectos: Nik Zaret Cervantes Ordaz.
Fotografía: César Béjar.

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