
La edición 63 del Salone del Mobile fue un faro en este 2025 lleno de desafíos globales: demostró fuerza y una visión compartida. Con 302,548 asistentes, se confirma, una vez más, el papel central de esta feria en la creación de conexiones entre más de 2,100 expositores de 37 países y una comunidad internacional que eligió Milán.
Esta edición, se enfocó en Euroluce, el papelón especial dedicada a la iluminación. Euroluce redefinió el futuro del diseño de iluminación, impulsando la competitividad entre empresas italianas de vanguardia, además de ofrecer una propuesta de iluminación a otro nivel.

Euroluce 2025: el diseño de iluminación entra en una nueva era
Además, se presentó la primera edición del Euroluce International Lighting Forum, en la cual fueron dos días intensivos de masterclasses, mesas redondas y talleres, organizados por Annalisa Rosso, Directora Editorial & Asesora de Eventos Culturales, en colaboración con APIL.
Bajo el título “Luz para la Vida. Luz para los Espacios”, este foro reunió a más de 1,500 asistentes y a 20 ponentes internacionales, destacados en el mundo de la iluminación, el arte, la ciencia y la arquitectura, como Marjan van Aubel, Robert Wilson, Stefano Mancuso y Patrick Rimoux. El foro abordó desde la luz en el diseño hasta su vínculo con la naturaleza y la ciencia. Paralelamente, la tercera edición de Drafting Futures contó con la participación de Es Devlin, Bjarke Ingels, Lesley Lokko, Valeria Segovia y Paolo Sorrentino, quienes exploraron nuevas perspectivas del diseño y la creatividad global.



SaloneSatellite: nuevas generaciones, nuevas visiones
Por otra parte, SaloneSatellite celebró a 700 talentos emergentes, abriendo nuevas reflexiones sobre las posibles interacciones entre el diseño industrial y la artesanía. La participación de artistas mexicanos estuvo presente en los diferentes pabellones, entre ellos se encontraron: Studio David Pompa, Rodrigo Noriega, Sudio H. Fernández, Balmaceda Studio, Artell + Code Studio, Andrés Lhima, Pedro Arturo, Sten Studio y el CIDI UNAM (desde la participación universitaria).

Instalaciones que despiertan emociones y pensamiento
Respecto al Programa Cultural, este contó con cuatro instalaciones, dos presentadas dentro del Salone, y dos en la ciudad de Milan. El programa logró construir puentes entre culturas, así como el trazar nuevos caminos de pensamiento a través de las increíbles instalaciones:

Villa Héritage
Dirigida por a el renombrado diseñador de interiores Pierre-Yves Rochon, en la cuál a través de su instalación que ocupaba de los Pabellones 13 al 15, reflejó un concepto de interiorismo que reinterpretaba el lujo en su dimensión atemporal: un tributo a la Venecia de Luchino Visconti, a la música de Gustav Mahler y la habilidad de diseñar espacios que se convierten en mundos propios, donde el patrimonio no es una limitación, sino un acto de libertad


La Dolce Atessa
Instalación inmersiva presentada por el director Francés y ganador del Oscar, Paolo Sorrentino, junto a la escenógrafa Margherita Palli y el músico Max Casacci, transformó el concepto de “la espera” en una experiencia poética y sensorial. A través de imágenes y sonidos suspendidos, Sorrentino propuso resignificar ese tiempo tenso y angustiante como un espacio donde algo puede comenzar a transformarse.


Mother
Instalación de Robert Wilson, realizada en el Museo della Pietà Rondanini – Castello Sforzesco. Esta “obra total” se dedicó rendir homenaje a la obra maestra de Miguel Ángel, La Piedad, con la música de Arvo Pärt. Sin duda fue un tributo a la luz, al arte y a la ciudad, bajo el signo del “inacabado”.


Library of Light
Una instalación monumental de la artista Es Devlin, creada en colaboración con la Pinacoteca de Brera y Grande Brera, con el apoyo de Feltrinelli. Ubicada en el Cortile d’Onore de este emblemático recinto milanés, la escultura giratoria de 18 metros de diámetro —compuesta por estanterías iluminadas con más de 3,000 libros— transformó la luz en una experiencia coreográfica y reflexiva.


Un Salone que no solo muestra, sino transforma
La edición 63 del Salone del Mobile.Milano no fue únicamente una feria de diseño: fue un manifiesto de resiliencia creativa y colaboración global en tiempos complejos. Desde la luz como lenguaje universal hasta la espera convertida en arte, este Salone apostó por la emoción, la reflexión y la belleza como motores de cambio. Con cada pabellón, instalación y conversación, Milán reafirmó su papel como epicentro del pensamiento proyectual, recordándonos que el diseño no solo responde al presente, sino que imagina futuros posibles. Porque si algo quedó claro este 2025, es que el diseño sigue siendo luz —para los espacios, para la vida y para el mundo.