En La Ribera, Baja California Sur, donde el desierto se encuentra con el mar, emerge una residencia vacacional que redefine la relación entre arquitectura y paisaje. Con una aproximación minimalista que privilegia la experiencia sensorial, esta casa se concibe como un santuario que celebra su entorno privilegiado entre montañas agrestes y playas vírgenes.
Proyecto arquitectónico y diseño de interiores: YDR estudio.
IG: @ydr.estudio
Ubicación: La Ribera, Baja California Sur.
Año: 2024.
Área construida: 700 m2.
Construcción: Casa Montes.
Fotografía: Luz Imelda Castillo.
La llegada a la propiedad presenta una secuencia espacial perfectamente orquestada. Un imponente muro de cactus recibe al visitante, flanqueado por dos volúmenes simétricos garaje y casa de servicio que establecen el tono arquitectónico del conjunto. Los patios inspirados en el desierto actúan como transiciones que dirigen la mirada y el recorrido hacia la edificación principal, en un ritual de aproximación que prepara los sentidos para la experiencia espacial.
El revestimiento exterior, elaborado con piedra local, permite que tanto la casa principal como sus edificaciones se mimeticen con la arena circundante. Al acercarse, el techo se eleva suavemente e invita al espectador a dirigir la vista hacia el cielo. La paleta cromática y material responde directamente al entorno: concreto en tonos beige que refleja la coloración de la arena y acentos en madera cálida que evocan la textura del paisaje desértico, decisiones que anclan la intervención a su contexto específico.
La casa está diseñada cuidadosamente en torno a un patio circular central, que funciona como el corazón del hogar. Esta característica única no sólo es un punto focal, sino también un espacio versátil para relajarse, meditar y socializar. Un diseño abierto es el concepto del centro del patio, con una fogata rodeada por un sofá circular que te invita a reunirte alrededor de éste y a la luz de la fogata, disfrutar de momentos tranquilos mientras se admira el cielo nocturno y las estrellas.
Casa Suna está integrada por seis habitaciones, cada una con una estética simple y serena. La recámara principal da vistas hacia la playa, mientras que un segundo dormitorio principal orienta hacia el patio circular. Dos habitaciones adicionales comparten servicios con una recámara de literas, todas con vista hacia un patio posterior que reinterpreta el paisaje desértico. Los baños, acabados en mármol travertino, aportan elegancia sutil manteniendo visualmente una estética limpia y coherencia material con el resto de la casa.
La fachada principal cuenta con un área social que se prolonga en una generosa terraza con vista a la playa virgen. Una serie de bloques de concreto conforman la alberca, el jacuzzi y las escaleras que te llevan directamente hacia la arena, estableciendo una conexión directa y sin interrupciones con el entorno natural. Este refugio costero en La Ribera trasciende su función como una casa de vacaciones; es un lugar que celebra la belleza natural que lo rodea, ofreciendo una mezcla tranquila de relajación, lujo y una conexión con cada elemento del sitio: el cielo, la playa, el desierto y las montañas.
