Espacio, luz y elementos solitarios, fueron los tres pilares fundamentales para la creación de este departamento en Praga

Diseño de interiores: Malfinio
Diseñadora a cargo: Martina Homolková.
IG: @malfinio_cz
Ubicación: República Checa.
Año: 2023.
Área construida: 135 m².
Fotografía: Boys Play Nice.

En la primera fase de la renovación, el apartamento fue depurado de todas las adiciones desafortunadas acumuladas a lo largo del tiempo. Con esta liberación, el espacio comenzó a irradiar su propia esencia. Inspirados por esta fuerte sensación, se decidió mantener y realzar la generosidad del vacío. El proyecto se transformó en un laboratorio experimental, que exploró los límites de las posibilidades materiales, la construcción de mobiliario y la durabilidad. El arquitecto creó un gran bloque de muebles atípico que atraviesa todo el apartamento, integrando lo necesario: en la entrada, dos salas de servicios y un vestidor.

El proyecto se transformó en un laboratorio experimental, que explora los límites de las posibilidades materiales, la construcción de mobiliario y la durabilidad.

El bloque continúa a lo largo del espacio, ocultando áreas de almacenamiento: la cocina detrás de puertas plegables y dos baños más pequeños. El resto del departamento se mantuvo minimalista, complementado por unos pocos elementos artísticos cuidadosamente seleccionados. El revestimiento del bloque se convirtió en un lienzo de gran formato, magistralmente intervenido por la artista Klára Spišková. Su pintura vigorosa contrasta con los tableros de MDF en bruto, otorgando al conjunto una energía única. El diseño interior del apartamento refleja su espíritu original, con una envoltura blanca sobria, casi como una galería. Un sutil toque rosado fluye a través del espacio, transformándose y alcanzando su punto máximo en la sala de estar con sofás de color frambuesa y en el dormitorio, donde se mezcla con tonos de albaricoque y carmesí vibrante de las cortinas.

El diseño destaca por su conectividad espacial, material y cromática, trabajando con amplias vistas a través del espacio, profundizadas por los reflejos.

Textiles de lino de diferentes texturas fluyen alrededor del suave arco de la cama, creando una división sutil en el área de descanso y matizando la luz que penetra de manera directa. El ambiente delicado del dormitorio se complementa con los bordes definidos de la iluminación. La recámara puede separarse del resto del espacio mediante un tabique móvil, que añade flexibilidad y privacidad. Los tonos rosados delicados se yuxtaponen con elementos metálicos de gran escala, reflejando un concepto de “suavidad y aspereza” que se percibe tanto en el conjunto como en los detalles del interior. Este concepto cromático se complementa con el tema de interior y exterior: el interior del bloque es más oscuro y terrenal. Los tonos rojizos evolucionan hacia colores de ladrillo oscuro y terracota en los baños, donde la luz ambiental realza su calidez. El diseño destaca por su conectividad espacial, material y cromática, trabajando con amplias vistas a través del espacio, profundizadas por los reflejos. Las vistas y el gran espacio interconectado son los momentos más generosos de este exquisito apartamento funcionalista en Praga.

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