El proyecto, que cuenta con una superficie total de 1000 m2, se desarrolla sobre un terreno de forma irregular con una topografía accidentada y especialmente escarpada, que forma un acantilado desde el acceso al mismo en su sector más alto hasta el más bajo, el cual bordea el lago de la presa de Valle de Bravo.
Tomando en cuenta las características del terreno, sumadas al desafiante y ambicioso programa solicitado por el cliente, se visualizó un proyecto orgánico de formas preponderantemente suaves en sus remates visuales, agregando cortes que generan aperturas al exterior, de tal forma que le permita a la residencia convivir plenamente con su entorno, con el objetivo de regenerar el mismo alrededor de los volúmenes, tanto en las zonas exteriores como en los interiores. A partir de la definición e inspiración de la propuesta basada en la interacción de la naturaleza con la residencia, se define el nombre del proyecto como “Simbiosis”, con la idea localizada en los distintos fenómenos de vínculos biológicos, con la finalidad de lograr la relación simbiótica entre el proyecto y su ámbito natural.
Dados los fundamentos del proyecto, se diseñaron y conceptualizaron las distintas áreas verdes en las que se incluyen corredores hidrológicos que contienen estanques y cascadas, además de jardines, que van rodeando e ingresando a la residencia en la totalidad de sus espacios, permitiendo el disfrute de esta convivencia, tanto en áreas sociales como privadas. Uno de los objetivos que se tomaron en cuenta desde el comienzo fue el enfoque visual en el lago.
Por lo tanto, todos los volúmenes se dispusieron de tal forma que desde cualquier espacio se disfrute de una vista plena, tanto al ámbito natural que los rodea como al lago de Valle de Bravo. A pesar de contar con una orientación desfavorable, se estudió la trayectoria solar en las diferentes estaciones con el objetivo de corregir esta situación, a través de las diferentes aperturas diseñadas en las distintas fachadas.
El recorrido por la composición de volúmenes que contienen los diferentes espacios comienza en el nivel 0, ubicado en la zona más alta, que permite el acceso peatonal a través de la vialidad pública. En dicho nivel encontramos la mayoría de los espacios sociales: sala, comedor, baño de visitas y cocina interior conectados con la terraza principal en la que se incluye un lounge, comedor, asoleadero, baño vestuario y jacuzzi. Todos estos espacios disfrutan de vistas plenas al lago y están rodeados por diferentes áreas verdes y cascadas. En el nivel 1 encontramos dos recámaras, sala multimedia, sala de juegos y cava. Aquí se repiten, tanto las vistas al lago en cada espacio como las diferentes zonas verdes y circuito hidrológico, con la especial intromisión de un estanque que bordea el pasillo que conecta las diferentes áreas. Continuando con el recorrido llegamos al nivel 2, donde se sitúan la recámara principal, otra recámara y la zona de estacionamiento, a la cual se accede de forma vehicular a través de una rampa que conecta la vialidad.
En el pasillo de conexión y circulación se dispuso una instalación de arte personalmente curada, enalteciendo esta conexión y acceso a los diferentes espacios dispuestos en dicho nivel. En el remate del pasillo mencionado se puede disfrutar de un estanque con cascada que divide visualmente los volúmenes de ambas recámaras. El baño de la recámara principal convive con una zona de cascadas y estanque compuestas con rocas y vegetación adecuada.
La conexión vertical que une todos los niveles está compuesta por una escalera helicoidal atravesada en su núcleo central por un elevador circular; ambas piezas están contenidas por un volumen cilíndrico acristalado, rodeado en su exterior por áreas verdes que contenien cascadas y estanques que forman parte del circuito hidrológico.
Al final de dicha conexión nos adentramos en los cimientos del proyecto, donde se adecuó y diseñó un túnel a modo de caverna a fin de conectar el volumen principal de la residencia con el sector más bajo del predio, donde se emplazó el Club del Lago al final de un periplo que atraviesa un peñón ornamentado con vegetación y las diferentes cascadas que luego de atravesar el volumen principal emergen del mismo. En el Club del Lago se dispuso de una alberca, lounge, comedor, cocina bar y vestuario. También cuenta con un muelle para poder acceder al lago a través del mismo, así como una bodega para el guardado de los implementes para práctica de deportes náuticos.
En la zona inicial de este trayecto vertical exterior, encontramos una desviación que conecta a La Casa de Invitados, compuesta por dos recámaras con sus respectivas terrazas, una por cada uno de los dos niveles que componen dicho volumen. En la azotea del volumen citado se diseñó un roof garden que integra visualmente las áreas verdes del proyecto y, a su vez, genera un espacio para contemplar y aprovechar las generosas vistas al lago que se pueden apreciar desde esta zona.
También se puede acceder a la Casa de Invitados y Club del Lago de una forma más cómoda y directa, a través de un puente de cristal que flota sobre el peñón, conectando ambas zonas con el volumen principal de la residencia, mediante un elevador que se detiene en cada una de las recámaras y en su parada final nos deposita frente a un estanque con cascadas que forman parte del Club del Lago. El proyecto representa la interacción de los elementos naturales del sitio y los regenerados durante el proceso constructivo, plasmando la inspiración para la creación del mismo y el objetivo primordial de generar una experiencia emocional única de las personas que las vivan y visiten la residencia, algo que se logra a través del contacto permanente con la naturaleza y las espectaculares vistas al lago.
Arquitectura:
Luciano Gerbilsky Arquitectos.
Área construida: 1,000 m2.
Ubicación:
Valle de Bravo, México.
Fotografía: Héctor Velazco Facio.