Jessica Ayromloo diseñó un apartamento en el Centro Histórico de la CDMX inspirada por la magia del entorno
Diseño de interiores: Ayromloo Design / Jessica Ayromloo.
IG: @ayromloo.design
Ubicación: Centro Histórico, Ciudad de México
Año: 2021.
Área construida: 100 m2.
Fotografía: Annie Schlechter.
Carlos Rittner, amigo de mucho tiempo de la diseñadora Jessica Ayromloo, la contactó para diseñar un nuevo apartamento que compró en el Centro Histórico. El propietario es originario de la Ciudad de México y quiere pasar más tiempo allí con su familia, tener un lugar para compartir con amigos y visitar artistas locales. Sus únicos requisitos eran agregar un baño adicional y tener al menos un dormitorio de invitados además del principal; el resto estaba a cargo de Jessica para diseñar el apartamento a su gusto. El apartamento está en un edificio de oficinas de la década de 1940, así que Ayromloo despejó el espacio para crear un plano de planta abierto y comenzó desde cero. Trabajó dentro de las ubicaciones de plomería existentes para agregar el baño de visitas adyacente a la cocina, una habitación circular en el medio del plano de planta para que sirva como el dormitorio de invitados y un elemento escultural para diferenciar entre los espacios de estar y la recámara.
El hogar debía ser lo suficientemente práctico
para una familia, pero no requería de una
cocina completamente operativa, ya que sólo
necesitaba servir como refugio después de
pasar un día fuera en la ciudad y comiendo en
restaurantes.
Al agregar un dormitorio circular y un patrón al suelo, la monotonía del plano de planta rectangular se olvida entre un caleidoscopio de colores y texturas. Luego se añadieron elementos arquitectónicos recuperados con volutas y formas caprichosas para transportar a las personas lejos de la sensación de un loft industrial. La cocina fue diseñada para preparar una taza de café o té, o mezclar bebidas; no se diseñó para cocinar comidas completas.
No hay horno, sólo una estufa. Sin embargo, hay un espacio abierto para relajarse y entretener a los invitados y espacios privados separados para que las familias se dispersen. Dado que el propietario dio carta blanca a Ayromloo, ella pudo dejar que el diseño se formara con el tiempo, ya que no tenía que completar el diseño con anticipación para su aprobación por parte del cliente. El diseño se desarrolló durante un proceso orgánico inspirado en cada viaje a la ciudad, cada compra en el mercado de pulgas de La Lagunilla y Trouve en el pueblo, y las tiendas de antigüedades en Puebla. Como resultado, el diseño es una amalgama de cómo capturar la estética de la ciudad y los regalos que tiene para ofrecer.
