En el norte de la ciudad de Aguascalientes, se desplanta un proyecto de 750 m2 denominado Casa CX3, una residencia con un programa típico para una familia de cinco miembros.
El proyecto surge de la idea central de inmersión como estrategia conceptual que permite que los diferentes espacios de la casa, interrelacionados físicamente por funcionamiento y espacialidad, permitieran la penetración de las áreas verdes exteriores con diferentes estrategias, haciendo que cada uno de los espacios interiores tenga una relación directa con un fragmento del exterior.
Así, en la planta baja hacia el poniente, con el acceso desde la calle vehicular se genera una fachada un tanto introvertida, evitando el asoleamiento directo y generando un acceso peatonal principal sesgado hacia el norte, con un espacio que vestibula, acoge y recibe acompañado de un pequeño jardín, que anticipa los recorridos del interior. La fachada sólo se abre en un gran cancel que acompaña el corredor de la segunda planta que permite salir a una terraza en la azotea de la cochera que se convierte en un escape desde dónde ver el atardecer teniendo como marco el Cerro del Muerto. En el interior, la zona social de la casa se integra en el mismo espacio con el salón, el comedor y la cocina horizontalmente en un mismo sentido, mientras que en el otro, logra la inmersión de jardines y espacios abiertos que integran fragmentos enmarcados del exterior, rematando con un par de terrazas sociales, un bloque de salón social y bar al extremo oriente, que permite el acceso a la casa desde las áreas verdes del condominio en ese lado.
Entre la tensión de un área y otra, en el costado norte, la escalera lineal es acompañada por un jardín y su relación con el espejo de agua funciona como símbolo central de la casa y pivote funcional de la misma, al ser al mismo tiempo, corazón y pulmón.
En la planta alta, las habitaciones se dividen en un ala poniente y un módulo oriente; el segundo alberga la recámara principal que centra su posición en el jardín abriéndose al oriente y sur, complementado por un gran vestidor y baño, mientras que en el ala poniente, las habitaciones complementarias abiertas en su totalidad al oriente comparten una vista privilegiada de los jardines de la casa y los grandes árboles del contexto oriente.
La materialidad que determina el proyecto busca tener un equilibrio entre la planta baja de muros de concreto aparente entablillado de forma vertical para buscar una solidez, atemporalidad y sentido de mayor espacialidad, y la planta alta con muros de tabique especiales que se fabricaron para el proyecto con dimensiones mayores y que permiten ocultar armados estructurales e instalaciones, que se recubren con un estucado ligero que permite conservar su textura.
La utilización de vigas de madera en el área social como sistema de cubierta, así como lambrines de tzalam, bus ca darle calidez al interior, acompañados de tableros de mármol en formatos grandes, que completan la utilización de materiales naturales como premisa.
Arquitectura: LM Arkylab / Luis Morán y Ana Martínez.
Equipo de proyecto: Andrés Ochoa, Rodrigo Pedrajo, Edith Orenday, Alitzel Loera, Daniel de la Cruz, Ángel Limón, Grecia Rodríguez, Guillermo Morán, Pablo Barrera.
Consultor de estructura: Ing. Roberto Fernández.
Fotografía: Yoshihiro Koitani.