La cocina siempre ha sido el corazón de la familia y los amigos, convirtiéndose en un espacio fundamental en cualquier hogar. Por eso, al incorporarle colores, es crucial considerar las sensaciones que se desean evocar.
Verde relajante
La elección de los colores adecuados puede tener un impacto significativo en la apariencia y sensación general del espacio de la cocina. Una de las tendencias más destacadas de la temporada es la inclusión del color verde, que refresca el ambiente, al evocar la naturaleza. Dependiendo de la tonalidad elegida, puede ser tanto estimulante como relajante. En esta cocina, se optó por el verde caña en los gabinetes y la isla, combinado con encimeras blancas de cuarcita, lo cual fue un gran acierto, ya que esta fusión genera un contraste que transmite calma y serenidad.
Arquitectura: Gaspar Pérez Axle. Cocina: Ixina. Frente de puerta Delia color verde caña y línea color roble havanna, de Ixina. Encimera de cuarcita bahía pearl, de Mido Mármol y Granito.
Diseño: Christian Sarubi. Fotografía: Chiara Bonetti.
Armonía cromática con toques de color
La elección de colores neutros en las superficies principales de la cocina siempre proporciona una base limpia y atemporal a tu espacio. Al combinarlos con acentos de color, se crea un equilibrio visual en el que se aporta vitalidad a la cocina. Para lograr esta combinación con colores audaces, se pueden aplicar en los muebles, utensilios de cocina o elementos decorativos, ofreciendo un equilibrio entre la elegancia y la personalidad. Esto provoca la creación de un espacio acogedor y visualmente atractivo que se adapta a los diferentes estilos, preferencias o tendencias sin necesidad de renovaciones completas en el hogar. Los colores neutros en esta cocina son predominantes, ya que el color rojo ladrillo, el gris y el negro consumen en su totalidad el espacio, lo que hace que resalten aún más las sillas de colores y la vegetación. Recordemos que el rojo evoca pasión; el amarillo, alegría, y el verde, frescura, y cada uno añade dinamismo al ambiente.
Arquitectura: Ian Carlo Robertson.
Diseño: Estudio Tecalli. Fotografía: Amy Bello.
Cocina a dos tonos
El uso de más de un color en la cocina puede contribuir a crear puntos focales que atraigan la atención y añadan interés al espacio. Por ejemplo, se pueden emplear colores vibrantes en una isla o en un muro de acento para generar un contraste como el verde aplicado en las gavetas y el azul en la isla y resaltar áreas específicas de la cocina. El equilibrio es importante para mantener la estética y esto se puede lograr distribuyendo la paleta cromática de manera uniforme en todo el espacio y evitando la saturación excesiva de un color en particular.
Diseño: Santana Arquitectura. Fotografía: José Luis MR.
Recubrimientos con color
Las cocinas con recubrimientos de color son una tendencia en auge, ya que cada vez más personas optan por incorporar tonos vibrantes y audaces en las paredes, gabinetes, pisos y encimeras. Al añadir color a estos espacios, es posible transformar por completo el aspecto de la cocina, agregando personalidad, estilo y vitalidad al ambiente. Además, los recubrimientos de color pueden ser una forma efectiva de introducir contraste y dimensión al espacio, resaltando puntos focales y realzando elementos arquitectónicos.
Diseño: Santana Arquitectura. Fotografía: José Luis MR.
Recubrimiento en pared Dots Multicolor de 20 x 20 cm, de Interceramic
En esta cocina se emplean colores vibrantes en sus recubrimientos como el amarillo y el naranja, que aportan vitalidad y energía al espacio. Estos tonos añaden luminosidad y estimulan el apetito, creando así un ambiente acogedor y cálido. Además, se utilizan utensilios de cocina de tonos neutros para mantener una paleta de colores visualmente equilibrada.
