
VIVIR CON PASIÓN
Arquitectura: Studio Arquitectos @studioarqs
Ubicación: Tulum, Quintana Roo.
Año: 2018.
Área construida: 241 m2.
Fotografía: Pablo García Figueroa
Un refugio en el paradisiaco caribe mexicano donde la naturaleza abunda, complementando la arquitectura e inspirando para un gran diseño de interiores.

Esta residencia tiene como objetivo funcionar como casa de retiro para una pareja que busca salir del cotidiano bullicio de la ciudad y vivir en el Caribe mexicano, disfrutando de la naturaleza que inunda el paisaje de Tulum. El eje rector del diseño gira en torno a la pasión de los clientes, la experiencia que resulta de cocinar, convivir y compartir entre familia y amigos. Es así como esta pasión en conjunto se convierte en el núcleo de las actividades sociales de la casa, generando una apertura y dinamismo del acontecer doméstico, únicos entre los espacios de convivencia y la naturaleza que los rodean.
El desplante de la casa es en el lado oriente del terreno, para aprovechar el área verde de amortiguamiento que hay en el poniente, y así crear la sensación de mayor apertura de las áreas naturales, las cuales se relacionan de forma directa con los espacios interiores de la casa, siendo ésta, una de las principales intenciones del proyecto. La arquitectura se puede contemplar desde una escala humana y sus distintas perspectivas permiten apreciar la conjunción de lo construido con lo natural.




La primera perspectiva que se presenta en la fachada principal está compuesta por una celosía de madera de la región, que delimita el espacio visual del jardín y que abraza a la naturaleza y la arquitectura, convirtiéndose en un elemento único del diseño debido a su contraste de curva con relación a la horizontalidad general de la volumetría. Desde que se ingresa a la casa se puede sentir la inminente apertura de los espacios, con árboles que atraviesan los volúmenes, ventanales que al abrirse unifican interior y exterior, permitiendo la convivencia de todas las áreas en estrecha relación.








El proceso de elección de materiales de la casa fue de especial importancia, ya que debían corresponder al fuerte carácter de texturas y colores de la región, así como a la mano de obra local. La piedra caliza, única por sus tonos naturalmente claros, acentúa algunos muros en interior y exterior, y en la atmósfera interior destaca la aplicación del cemento pulido con chukum, el cual es típico de la zona logrado a partir del extracto o resina obtenida de un árbol endémico que lleva el mismo nombre. Las maderas de los árboles zapote y tzalam protagonizan las estructuras y detalles de carpintería que brindan calidez al ambiente de los materiales. El contraste se busca en el color rojo ocre que refleja el carácter del volumen principal y nos da referencia a las haciendas de la península yucateca, caracterizadas por el excelente uso del color que le da alegría y sazón a su arquitectura.




Las actividades cotidianas de la casa se fragmentan en los tres niveles desplantados, donde la distribución busca un aprovechamiento confortable, así como la separación entre las zonas públicas y privadas. En planta baja se disfruta una transparencia, la total apertura de espacios, todas las áreas sociales interrelacionadas. En el primer nivel se albergan los espacios privados, íntimos, por lo que el volumen que los acoge se abre sólo para enmarcar visuales importantes, así como para el libre paso de la luz y ventilación de los interiores; las esquinas con orientación norte se abren completamente para tal objetivo. Finalmente, el rooftop se presenta como continuación de las áreas sociales, una zona destinada al desarrollo culinario, pero enfocado al grill, un espacio abierto que cuenta con una pérgola que permite disfrutar durante el día, un área lounge al descubierto con una pequeña alberca orientada al poniente, enfocando así la energía hacia los atardeceres y una perspectiva rodeada de la vegetación del sitio.












El diseño integra tecnología en las instalaciones logrando un sistema de automatización y seguridad, el cual busca elevar el nivel de confort y optimización de recursos para un aprovechamiento eficiente y un control a distancia de su uso.
Es así como Casa Amaranto coexiste con su entorno, diseñada para propiciar experiencias sociales en la integración de sus espacios interiores y exteriores, creando una atmósfera que busca reflejar la esencia de los materiales de la región, en equilibrio con su contexto inmediato de la selva de Tulum.























