Texto: Ana Paula Sánchez

Ubicado frente al mar Caribe de Quintana Roo, muy cerca de la ciudad de Cancún, la arquitectura contemporánea del hotel crea espacios lujosos y sofisticados que provocan diferentes ambientes. El lobby, un espacio a triple altura, enmarca bellamente una vista hacia el mar, a la que se puede llegar no sin antes rodear una enorme lámpara que cruza el entrepiso y se asoma a la planta baja en la zona de recepción del MySenses Spa, santuario que ofrece un ambiente tranquilo servicio de vanguardia y terapias personalizadas que incorporan filosofías mayas en una atmósfera estilo marroquí.

Acabados de lujo colocados de manera elegante pero casual, logra que este hotel conserve su frescura, y la decoración artística y artesanal con detalles que hacen detenerse para ser admirados, permiten que los huéspedes descubran algo diferente cada vez que recorren los espacios públicos para ir a uno u otro restaurante.

Las piscinas son grandes y esto permite que cada quien pueda estar en su espacio o en grupos grandes, con diferentes profundidades y rodeadas de bellos camastros estilo balinés, la piscina circular recrea el efecto de la playa, al ir caminando y muy poco a poco llegar al área profunda. Se respira un ambiente de relajación y de alegría que se contagia fácilmente.

El dj ameniza con musica que empieza calmadita y poco a poco al pasar las horas le va agregando poquito más de “beat” y el animo de los huéspedes se vuelve más festivo.

La arquitectura contemporánea del hotel crea espacios lujosos y sofisticados que provocan diferentes ambientes, al llegar al motor lobby nos encontramos con el spot que invita a tomar la primera fotografía con el nombre del hotel con letras grandes y desde donde se puede admirar las bellas puestas de Sol.

El lobby, un espacio a triple altura, enmarca bellamente una vista hacia el mar a la que se debe llegar no sin antes rodear una enorme lámpara que cruza el entrepiso y se asoma a la planta baja en la zona de recepción del spa y gimnasio. Acabados de lujo colocados de manera elegante pero casual, hace que conserve su frescura y la decoración artística y artesanal con detalles que hacen detenerse para ser admirados, permiten que los huéspedes descubran algo diferente cada vez que recorren sus espacios públicos para ir a uno u otro restaurante, de los cuales también se puede mencionar su originalidad en el diseño y la grata experiencia culinaria que se vive en cada uno.

Los espacios exteriores se caminan gozando del paisajismo con frondosos arboles y arbustos que flanquean los andadores hasta llegar a las habitaciones que se catalogan como: Junior suit con vista al jardín, con vista parcial al mar, Swim out con vista al jardín y con vista hacia al mar, romance junior suit y swim-out vista parcial al mar y habitaciones serenity club. Cada habitación refleja que no hubo limite en cuanto a la selección de lo mejor en mobiliario, camas, textiles, tecnología y un gran esmero en la decoración y diseño. Todo luce bellísimo, los baños son muy espaciosos y espectaculares, la carpintería de puertas, closets y cabeceras con diseños especiales y una que otra idea sorprendente.