
UNA CASA CON HISTORIAS
Arquitectos a cargo: Arq. Marcelino Rosas Garmendia
Equipo de diseño: Praxis Arquitectura
Equipo construcción: Grupo Can
Ubicación: Puebla, Puebla
Año: 2020
Área construida: 315 m2
Fotografía: Aldo C. Gracia
Situado en el antiguo barrio del Carmen, el vestíbulo de acceso enmarca un remate visual hacia un paisaje de cúpulas, dentro del Centro Histórico de la ciudad de Puebla.

El diseño ecléctico basado en la composición de los cuartos de maravillas del S.XVI y S.XVII, conformó el eje compositivo que conjunta arte, música y arquitectura. La franqueza de los materiales aparentes predomina en el espacio, definiendo una paleta de colores en escala de grises, caracterizados por el tono antracita en la estructura, mismo que se equilibró con un contraste de maderas de etimoé y tzalam.
Belices antiguos, una consoleta de procedencia austriaca art nouveau y una puerta antigua nos dan acceso a la cocina. “La puerta llegó a nosotros; generalmente, el vano define la dimensión de la puerta, y en este caso hicimos un vano a la medida exacta de la puerta”.

La parte superior del librero alberga un puente de cristal laminado, el cual remata con un spot para la lectura que ofrece una vista única. Un espacio lleno de historias y recuerdos de un arquitecto viajero.


El arte abraza los muros con piezas de B como Javier Marín, Esteban Fuentes de María, Chachis Abed y David Alfaro Siqueiros, que dan vida al espacio central. El comedor elaborado de una sola pieza de granito Red Dragon Blue River, se fabricó en sitio y se boleó hasta obtener el fino corte ala de avión.
Los pisos de concreto pulido nos conducen a la estancia central. La doble altura descubre “El gabinete de curiosidades de un viajero”, donde las historias se narran en la verticalidad del espacio. La escalera construida en mármol Jurásico posee una paleta de tonos grises predominantes en el ambiente, y nos conduce al segundo nivel.
El arte recubre las paredes de esta bella residencia y lo convierte en un museo que exhibe el talento mexicano.
Una sala íntima de conciertos, eclipsada por un piano de cola Steinway & Sons. Se desarrolló un patrón acústico que matiza la reverberación de los sonidos, a manera de una pieza sonora que, a su vez, fuera parte del diseño interior. En la estancia del family room se optó por utilizar diversos textiles para hacer un espacio sensorial, tapetes de artesanos de Teotitlán del Valle y un Patchwork iraní visten los pisos; un tapiz de la colección Java emula los destinos exóticos a lo largo de la inspiradora ruta de la seda, y un Eames Lounge Chair & Ottoman nos invita a escuchar la música en el espacio.



En el área privada del departamento, la elección fue por un color manta y detalles en madera de encino, utilizando elementos de iluminación indirecta 2400k y detalles de plafones curvos para hacer más sencillo el espacio.


