Un espacio lleno de arte, de objetos únicos, antigüedades, recuerdos transformados en un espacio para estar, convivir y soñar. Este estudio/loft dentro de su casa es donde dan la bienvenida a amigos y familiares. Los clientes de este proyecto son un fotógrafo y un artista visual, por lo que, como pueden imaginar, el lugar en sí tiene su propio carácter.

En el área de bar, la barra/isla está hecha de madera reciclada de cimbra con una cubierta de granito, acompañados por unos candiles de cristal para evitar bloquear la vista hacia la televisión ubicada en esta área. El ladrillo vintage en las paredes ayuda a dar calidez al espacio.

Hay un sofá personalizado de gran tamaño para poder sentar cómodamente a la mayor cantidad de personas posible y, al mismo tiempo, este elegante sofá tiene dos camas individuales que se pueden abrir, la idea este espacio pueda funcionar a su vez como un departamento de huéspedes con todas las comodidades. El mueble multifuncional diseñado para esta sala aloja una chimenea que era fundamental, tanto para los clientes como para Sonia Gómez, para dar una calidez única al ambiente. En sus repisas laterales de diferentes tamaños alojan piezas únicas de arte, así como puertas escondidas que sirven de closet y área de guardado de blancos.

La mesa de comedor está hecha de un árbol de parota de 4 metros de largo traído de Nuevo León. Caben comodamente hasta 16 personas. Los candelabros de cobre de Taller X, que se usan en la mesa principal, se tratan como una hermosa pieza única, pero a su vez como una escultura armónica que baila como una sinfonía. Un mueble bufetero hecho a medida enmarca una fotografía impresa en papel metálico montado en aluminio y tomada por el dueño del lugar.
El baño tiene una puerta antigua de alrededor de 1920 de los portones del local Montemorelos y que conservó su color esmeralda original; se dejó lo más “cruda” posible debido a que es una hermosa obra de arte en sí misma.