
REFUGIO SURREALISTA
Arquitectura: Productora.
Fotografía: Onnis Luque @onnisluque_fotografia
Casa Bautista emerge como una villa ecológica privada que invita a vivir una experiencia de lujo sustentable en un ambiente intimista, enmarcado por su arquitectura de inspiración brutalista y surrealista.

Ideado y concebido por el emprendedor Ezequiel Ayarza Sforza, junto con el despacho mexicano de arquitectura Productora, el proyecto Casa Bautista ubicado en el corazón de la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an se plasma en una casa escultural que se funde con el entorno natural, pareciendo sobresalir del mar como una roca y flotar sobre la copa de los árboles. Considerada como una expresión de arte arquitectónico, la villa se materializa a través del hormigón azulado, cuyo tono es una oda al mar y al cielo que convergen en el horizonte. La casa se extiende en una superficie de 300 metros cuadrados, cuya estructura en forma de L se sostiene por pilotes triangulares que le permiten mimetizarse con la jungla.








En Casa Bautista son claras las referencias arquitectónicas al modernismo brasileño, además de la inspiración que los arquitectos tomaron del jardín surrealista de Edward James. El resultado es una construcción de carácter brutalista inmersa en la vegetación, cuyos espacios invitan a experimentar una estancia de paz y serenidad. Los tres niveles de la residencia están conectados por una escalera con forma de espiral. La planta baja resguarda equipo para deportes acuáticos; el nivel principal aloja cinco habitaciones que fueron pensadas para brindar privacidad y conexión total con la selva y el mar organizadas como dos masters suites, dos habitaciones dobles y un estudio, un comedor principal y un jacuzzi, que se extiende hacia las dunas de arena blanca.
















“Todo el proyecto fue colado de concreto con un color orgánico azul, que reacciona con la exposición al sol y con su posición en la vivienda, generando una gama cambiante de tonos que van del azul del mar al rosa del atardecer”, destacó el equipo de Productora.




“Cercana a la recámara principal, hay una torrecita singular: un elemento que ancla el conjunto a su lugar y funge como espacio flexible para trabajo o meditación”, señalaron los miembros de Productora. En el tercer nivel, la terraza se distingue como uno de los espacios más característicos de Casa Bautista, con una piscina, una parrilla y un comedor con vistas panorámicas. Las terrazas y pérgolas de madera de tza- lam fueron elaboradas por ebanistas locales. Además de brindar calidez crean sombra para proteger del sol, favorecen la ventilación cruzada y amplían los espacios interiores. Su mecanismo plegable también protege a la vivienda de huracanes y fuertes vientos.




De este modo, la arquitectura y el diseño refuerzan la relación entre interior y exterior, respetando a la Madre Tierra y enalteciendo al mar, a la laguna y a la selva. Pensando en minimizar la huella ambiental, el proyecto prioriza la utilización de energías sustentables de origen solar y eólico. Casa Bautista es un proyecto hermano de Pueblo del Sol, comunidad de producción sostenible en la Sierra de Oaxaca, que agrupa a artesanos, agricultores y apicultores, e impulsa el desarrollo de comunidades indígenas.











