
ESPACIOS REFRESCANTES
En esta temporada de calor buscamos pasar largos ratos en espacios refrescantes, en las terrazas y albercas que nos permiten disfrutar del exterior. Inspírate con los mejores spots para vivir el verano.

La frondosa vegetación suma a la frescura del exterior.
Arquitectura: Workshop, diseño y construcción. Fotografía: Tamara Uribe.









El sitio, en su estado natural, es una pendiente rocosa y densamente vegetada, dominada por especies endémicas que prosperan a través de la frialdad mineral y que crecen de manera entrañable con la ladera accidentada. Este escenario, que sumerge al individuo en una atmósfera particular obligando inevitablemente a tornar la vista hacia el mar, constituyó el contexto que marcaría las primeras pautas para este proyecto.
Inicialmente, el programa consistía en una palapa y una alberca; o puesto de otro modo, una techumbre elevada del suelo para proteger del sol, y un cuenco sobre la roca para contener agua. Sin embargo, bajo este escenario idílico, la idea de imponer el programa sobre el sitio casi de manera accidental resultaba vacía de verdadero significado. Así, la techumbre inconexa de la palapa fue reimaginada más bien como una cubierta que se extruye desde el mismo cerro hacia el océano, mientras el agua inundaría la piedra para generar la alberca, como un charco dejado atrás por las mareas bajas.
Arquitectura: CDM. Arquitectura de paisaje: Juan Carlos Pérez Trejo. Fotografía: Rory Gardiner.



Butaca Asmara - Lino, de Becara. Diseño: Nogalya. Fotografía: Aldo C. Gracia.






Arquitectura: Gerard Boyance. Diseño: Graciela Barbosa. Fotografía: Pamela Valenzuela.






Debido a la disponibilidad de obtener muchas piezas de ladrillo de desperdicio, surgió la idea de hacer bóvedas de ladrillo de rehuso montadas sobre una estructura de concreto pigmentado con color tierra. Por otro lado, las bóvedas, junto con las celosías de carrizo, hacen que el viento fluya todo el tiempo por los espacios interiores, mientras que el agua refresca al exterior, en un clima demasiado caluroso y húmedo. Todo esto genera una atmósfera de calidez y frescura al mismo tiempo.
Arquitectura: Ambrosi I Etchegaray.
Fotografía: Jaime Navarro, Sergio López.






Lo que alguna vez fue un espacio duro, un patio de pavimento pétreo con muy poca vegetación y una alberca en desuso, se transformó en un jardín. Una sorpresa que aprovecha la dimensión total del predio dignificando el entorno y a los habitantes, además de definir una serie de relaciones sutiles entre los distintos rincones del lugar.
El proyecto aprovecha las virtudes de la naturaleza para enriquecer la experiencia que se vive, tanto en el jardín, cómo desde los espacios techados de la casa. Estos espacios, permiten volver al contacto con el medio natural, tan ausente en el medio urbano de la ciudad.
Arquitectura: Estudio MMX.
Fotografía: Rafael Gamo.