A través de un estrecho y constante vínculo visual entre el interior y el exterior de la casa, los bordes espaciales se confunden sin invadirse. La selección de materiales sencillos y colores neutros (incluso, oscuros) obedece a la voluntad de que el actor principal del sitio sea, constantemente, el jardín. Si bien, la casa se muestra en el sitio por el contraste y las geometrías sólidas, la luz, las sombras y los colores siguen perteneciendo al extraordinario paisaje.