La peculiaridad de los baños que hemos seleccionado en esta ocasión se debe a la forma en que ha sido colocado cada uno de sus elementos con un cierto desorden perfectamente ordenado.
El estilo de este baño es difícil de categorizar, pues el tabique negro brillante, en combinación con el mueble de tubulares en elegante dorado, nos hace pensar en un aspecto industrial refinado. Es ocioso perder el tiempo en catalogarlo, basta con aceptar que se ha diseñado con gran genialidad.
Cuatro recubrimientos de diferentes aspectos envuelven esta zona de lavabo. Madera, óxido, piedra y el granito de la meseta, en donde se asienta un ovalín blanco brillante que contrasta totalmente por color y forma. El espejo vintage se ubica del lado contrario a lo común y una luz puntual ilumina los objetos de cortesía, que lo hacen un espacio encantador.
El papel tapiz elegido en estos baños crea un ambiente temático y sorprendente. La ventaja es que se puede renovar cuando se desee y repetir el factor sorpresa cada determinado tiempo.
Tres clases de blanco -puro, con venas negras y veteado gris muy ligero- se combinan en este luminoso baño, en donde el toque de color lo dan en armonía los lavabos y las lámparas que penden sobre éstos; es importante notar cómo se añadió el toque de sobriedad con grifería, herrajes y accesorios en negro mate.
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