
DE CALIDEZ FAMILIAR
Arquitectura: Arquitectura RXY / Ricardo Martínez, Xavier Plata y Yaffa Sefchovich
Paisaje: Matilde Ruiz
Desarrollo del proyecto: Juan Carlos Mejía y Eric Monterde
Interiorismo: Comité de Proyectos/Lucía Soto y Andrea Flores
Construcción: Alberto Pérez Martínez
Decoración: Camila Ureña
Ubicación: Metepec, Estado de México
Área construida: 800 m2
Año: 2020
Fotografía: José Luis MR
Una remodelación tan ambiciosa, que bien valdría decir que el proceso fue algo más parecido al aprovechamiento de un esqueleto, al que se le hizo el bordado de un juego de pieles para confeccionarle un vestido a la medida.

La estructura original, un sembrado de columnas muy ordenado que, aunque tenían potencial por su gran proporción formando claros amplios y altos, ocasionaban pequeños cuartos y pasillos que resultaban angustiantes. El ejercicio tuvo que ver con ir encontrando el “fluir” del espacio, a partir de vincular vacíos con otros vacíos, tanto horizontal como verticalmente, es decir, sustraer muros y losas que permitieran la convivencia de los espacios comunes con el exterior; ésta fue la manera en que se configuraron los espacios de esta casa.
Se buscaba también aprovechar la iluminación natural y las orientaciones para el confort térmico de la casa, que en su mayoría estaba orientada hacia el sur, por lo que fue necesario exponer siempre espacios habitualmente públicos hacia el jardín posterior.
Grandes ventanales que encuentran su mejor filtro de luz e irradiación de temperatura en otro elemento natural, una serie de árboles que juega con su fronda entre un pergolado en dos niveles, que ofrece espacios de sombra al programa exterior de planta baja, y amplias terrazas para la planta alta de las habitaciones. El resto de los espacios siempre combina sus aperturas, para que compensando el recorrido solar, se mantenga la sensación térmica ideal durante todo el día.
En el vestíbulo, un elemento para guardar el calor hacia la noche es un domo que viste y recibe el reflejo de un olivo; juntos enmarcan el recorrido de la escalera que distingue los programas públicos de los privados.

La combinación de superficies y texturas juega un papel fundamental en el diseño de interiores para darle dinamismo a las áreas sociales.

En el interior, la condición obtenida por el fluir del vacío encuentra su mejor adjetivo en la flexibilidad de los espacios.

Las texturas de todo conviven a plenitud, sobre todo cuando se encuentran con su mejor compañera, la luz, y en esta casa conversan prácticamente todo el día.
En el interior, la condición obtenida por el fluir del vacío encuentra su mejor adjetivo en la flexibilidad de los espacios. Puertas que corren entre los muros y al aparecer o desaparecer vinculan o separan espacios, según el momento del día o la necesidad de quien la habita.
En lo que respecta a la lógica de los materiales y sus formas, la planta baja se entiende más robusta, sólida; siempre vestida por el huanacaxtle y acentuada con amables piezas de mobiliario. La planta alta, que descansa sobre la primera, es siempre más ligera; es clara e iluminada. Esto es siempre visible a lo largo de toda la casa, es fácil entender como recorrerla; es fácil, por lo tanto, habitarla, vivirla.

En lo que respecta a la lógica de los materiales y sus formas, la planta baja se entiende más robusta, sólida; siempre vestida por el huanacaxtle y acentuada con amables piezas de mobiliario.

La participación del entorno natural es fundamental. En cada espacio de la casa, como principal arte que viste muros y remates, hay vegetación. Incluso en el baño, se buscó volver parte de la misma, toques de naturaleza que avalen la calidez y armonía de los espacios. Tres habitaciones completamente independientes, family, gimnasio, estudio, cava, cocina, desayunador, alacenas, sala, comedor y sus amplios jardines, y estacionamiento para hasta seis autos, completan el programa.
La vegetación es protagonista y se convierte en un usuario más de la casa, creando espacios frescos y llenos de vida.