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Con sabor a hogar

Casa Málaga

El pueblo de Bacalar, en el estado de Quintana Roo, guarda unas de las joyas naturales más bellas del Caribe, y allí es donde se ubica Casa Málaga, enclavada en una colonia céntrica, rodeada de vida y de ese sabor a hogar.

Para los propietarios es muy importante mantener esa relación directa del acto de cocinar y ser el anfitrión en todo momento.

Desde el primer momento es honesta, pues el proyecto de remodelación y ampliación, conservó la construcción existente, que tiene una relación de cariño con los vecinos, mientras que la fachada se contextualizó y se terminó. Málaga es una edificación que inicialmente ya era así por fuera, pues incluso, al observar las fotos del pasado, uno se sorprende de ver que la casa sigue prácticamente igual. Cada espacio fue analizado para adaptarse a su nuevo dueño, hubo demolición mínima y se añadieron a la volumetría otros elementos para dar lugar a una vivienda más ventilada e iluminada. Al acceder por la puerta principal nos llevamos la primera sorpresa, pues un pasillo semi abierto nos conduce hacia el interior por un costado y también nos direcciona al área social: el patio. Y es que la casa está diseñada para decirnos que una de las mejores maneras de vivirla es en su exterior.
Arquitectura: Arq. Manuel Aguilar. Ubicación: Bacalar, Quintana Roo. Año: 2022. Área construida: 180 m2. Fotografía: Francisco Moreno.
El interior está dividido muy al estilo de las casas del sureste de México. Siempre seremos recibidos por el comedor y la cocina, que son los protagonistas, pues para los propietarios es muy importante mantener esa relación directa del acto de cocinar y ser el anfitrión en todo momento; a un costado una ventana interna genera el acceso a la sala. Su interior es neutro, pues un acabado de chukum cubre todas las superficies y la carpintería es en madera de pucté, lo que genera una atmósfera de calidez tropical.

Casa Málaga cuenta con dos habitaciones: una personal con baño propio (que a su vez es compartida con los visitantes) y otra compartida para dormir en pareja. El interior de ambos cuartos es sencillo y de materiales aparentes (chukum y pasta) y pulidos, que en este clima transmiten frescura y limpieza. La habitación principal remata con un jardín iluminado naturalmente y que funge como el gran creador de esa escena lumínica al interior.

El baño principal es una de las estrellas de la casa; la tina es el spot perfecto, pues transmite esa sensación de estar bañándote en el exterior y, al mismo tiempo, disfrutar de tu propia privacidad. Lavarse la cara y tener el remate vegetal reflejado en el espejo es muy relajante. En el patio se plantean tres espacios: la biopisicina, un cuerpo de agua para refrescarse, que está bordeado de su propio jardín que funciona como filtro natural para su limpieza y recirculación de agua tratada; un comedor techado con asador, y un área con dos sillas que descansan sobre un deck de madera de pucté para relajarse y contemplar la gran palmera, que es la protagonista del proyecto.

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