
UN ESPACIO DE TRABAJO VERSÁTIL POR RAÚL DE LA CERDA
Diseño: Raúl de la Cerda
Fotografía: Jaime Navarro
Este espacio; más allá de tener una estética clara, un estilo definido o una intención formal, es un espacio de trabajo e inspiración, por eso es versátil, y conjunta las ideas y tendencias.

En un edificio de los años 80’s, una estancia de mi departamento, se convirtió en un lugar ideal para trabajar cuando necesito inspirarme.
No es de un tamaño pretencioso, es más bien pequeño, de unos 20 metros cuadrados aproximadamente, con un balcón exterior, se volvió el lugar ideal para trabajar. En él tengo piezas que he ido adquiriendo a través de los años; nunca lo pensé como un “proyecto”, sino como algo íntimo. Cada pieza fue llegando a mí, siempre adecuada y a mi gusto, armando así la combinación perfecta de este pequeño lugar, que refleja quién soy.
Tiene un escritorio central, diseño del despacho C Cubica Arquitectos, una pieza que se presentó en Design House 2017, con una forma poco convencional. Tiene un gran valor sentimental para mí, pues fue un regalo de los socios de C Cubica al cambiarme de casa. Sobre este escritorio caen dos lámparas suspendidas de fieltro con latón. Tengo unas sillas “Madeira” de Skitsch por Hub Design, hechas de dos materiales; el asiento de madera reciclada y polipropileno, y un respaldo de policarbonato.

En el muro posterior tengo un set de contenedores de contrachapado de abedul de distintas maderas como encino, nogal y maple, de la marca mexicana Pirwi, una empresa que marcó de cierta forma mi carrera. La marca fue lanzada durante el tiempo que estaba estudiando la carrera de diseño y tuve la oportunidad de colaborar con ellos. En estos contenedores guardo todo tipo de objetos: algunos libros, los sketchbooks en donde dibujo y varios objetos que he ido recolectando a través de los años y que se han vuelto tesoros personales como un pequeño tótem de Fábrica Astilla o una escultura de mármol de Gerardo Valle. Tengo piedras y fósiles que he encontrado en viajes, una litografía de Taravina, y algunos prototipos y maquetas de proyectos en los que he trabajado.
Sobre la pared hay un pequeño pedazo de papel con la frase “words are so overrated”, que me regaló Richard Rogers, uno de los grandes arquitectos encargados del proyecto arquitectónico del Museo Georges Pompidou, en un taller que tomé con él en Domaine de Boisbuchet. Es muy significativo para mí, pues dice que las palabras están sobrevaloradas, están de más, y me recuerda que nosotros como diseñadores tenemos que hacer productos y proyectos lo suficientemente fuertes para que hablen por sí solos.


En el fondo, tengo otro pequeño escritorio, que funciona cuando hay gente colaborando conmigo y detras de él, tengo un espejo intervenido por el diseñador Juan Ignacio Zermeño, en donde pongo bocetos, imágenes, materiales, ilustraciones de los proyectos y fotos que me gustan y me inspiran. Junto a él, una pequeña estantería donde están mis muestrarios de telas, materiales, acabados y múltiples cosas que me son necesarias para llevar a cabo los proyectos que surgen en este lugar.
Por último, tengo unos antiguos lockers de escuela que compré en La Lagunilla, mismos que restauré pintándolos de color cobre, complementados con una impresión a gran formato de un pequeño dibujo que hice accidentalmente con tinta china hace varios años.
En corto
Si no hubieras sido arquitecto//interiorista, ¿qué hubieras sido?
-Definitivamente, chef; me encanta cocinar, la buena comida y todo lo que siempre está a su alrededor.
Película o libro favorito:
-Kane and Abel, de Jeffrey Archer.
¿Qué prefieres: bosque o playa?
-Bosque.
¿Qué mascota tienes y cuál es su nombre?
-Un perro que encontré (o me encontró) en la calle; se llama “Tara”.
Dinos una frase que te inspire:
-“La creatividad existe, pero te tiene que encontrar trabajando”; es de Picasso.
Cosas que te ponen de buen humor:
-Me considero una persona que disfruta mucho la vida. Soy muy feliz con mi trabajo, con quien soy, la gente que me rodea... Así que, normalmente, estoy de buen humor, pero si tuviera que encontrar una cosa, creo que, probablemente, sería una comida y un buen vino.
¿Mejor remedio para el estrés?
-No tomarse todo tan en serio. Divertirse y darse cuenta que todo tiene solución. No sirve de nada preocuparse, es mejor simplemente ocuparse...
¿Vino, cerveza o café?
-El vino es algo que me encanta y me apasiona, pero definitivamente no podría vivir sin café.
