La terraza es el espacio de estar que conecta 270 grados con nuestro propio paisaje domesticado que rodea esta casa. Es el espacio donde el sol nos saluda cada mañana, donde el viento del oriente nos acaricia cada día, donde el jardín nos abraza, donde el cielo se asoma todos los días y la luna se cuela permanentemente por las noches. Es el punto de contacto con el lujo refrescante de la piscina, lugar donde el tiempo transcurre mirando y escuchando los pájaros, tanto como los sonidos de una ciudad viva. pero apacible. En la terraza y las verandas de nuestra casa, se encuentra la transición, el amortiguamiento amable -a veces transparente, a veces traslúcido-, entre el confort del interior, y las imposiciones del clima exterior. Aquí Josefina y yo leemos, descansamos, conversamos en familia y con los amigos, reflexionamos el día a día, conscientes de los privilegios de la vida.