
DE ARQUITECTURA DESAFIANTE
Año: 2019
Área construida: 1,300M2
Área de terreno: 7,500M2
Arquitectos a cargo: Ricardo Romero Zozaya, Arq. Francisco Guillén Villicaña y Arq. Edgar Cabrera Sánchez
Fotografía: Marco García /
Fotografía c/dron: Vladimir Soto Campos
En la orilla más suspendida de una enorme roca se proyectó una residencia atrevida e inigualable con la mejor vista al campo de golf.

La construcción en planta alta tiene claros libres de 26 m, con peraltes de trabes no mayores a 70 cm y evitando en lo posible los apoyos en las esquinas o en el perímetro; de esta manera, se vería la casa frágil y ligera. Todo este gran volumen de planta alta se apoya en la roca por un extremo, y en el otro, por medio de un muro-columna remetido y forrado de cristal negro para que desapareciera por la noche y se hiciera poco perceptible y ligero por el día; en dicho desnivel se proyectó el área social independiente con alberca, terraza y un fire pit volado sobre una roca.
La residencia cuenta con una fachada de 90 m de largo con lo que consigue la mejor vista en todo el proyecto, así como la orientación adecuada para el clima interior.


La casa cuenta con instalaciones que respetan el medio ambiente como reciclaje de agua, energía solar para calentamiento de agua y generación de electricidad; sistemas avanzados, pero fáciles de usar con controles para iluminación, cortinas, sonido, video, vigilancia, cerraduras, equipos de bombeo, automatizaciones, etc.
El eclecticismo que nos da la fusión de los estilos llevó a crear un espacio mucho más integral.
El diseño de la casa se proyectó para que fuera muy cómoda a pesar de su tamaño, y en su corazón se distribuyen los servicios de la casa: cocheras, cocina, comedor, sala familiar, terraza desayunador y un gran jardín fuera de los riesgos propios de las formaciones rocosas.

Las áreas sociales ocupan el lugar más privilegiado de la vista con un panorama de 270 grados.
En un ala de la casa se encuentran las recámaras, cada una con una terraza y con una gran vista. En la otra se ubican las áreas sociales ocupando el lugar más privilegiado de la vista con un panorama de 270 grados. Todos los acabados fueron minuciosamente seleccionados para tener la sensación de cierta incorporación del terreno a la casa; los colores seleccionados fueron pensados para mimetizarse con el entorno y dejando que el lugar hable por sí solo.
